1.- Buenos pleitos los ajenos, y más si se come de ellos. Alude a los abogados que viven de las diferencias de otros. También, es usado por las personas que se consuelan enterándose de los problemas de terceros.
2
Cómicos y abogados, lo mismo hacen de moros que de cristianos.
Se refiere a que los abogados adecuan sus conocimientos para defender o no la misma causa.
3
Témele a un abogado más que a un dolor de costado.
Se refiere a que los abogados pueden abusar de su conocimiento de las leyes para aplicarlas en nuestra contra.
4
Abogado joven, pleito perdido.
Para ejercer algún oficio habilidosamente es necesaria la experiencia, en este caso ejercer el derecho.
5
Cuando toma cuerpo el diablo, se disfraza de fraile o de abogado.
Aconseja desconfiar de las personas que necesitan conocer nuestras acciones para ejercer su oficio.
6
Dios de la nada hizo el mundo, y el abogado de la nada un pleito.
Significa que los abogados son hábiles para establecer dichos o hechos que no son ciertos.
7
Más, vale mal ajuste que buen pleito.
Recomienda evitar disputas legales que no llevan a nada. En ocasiones, podemos condescender y ganar más ¡, en lugar de exponernos a perder.
Variantes:
Más vale un mal arreglo que un buen pleito.
8
Abogado en el consejo, hace de lo blanco negro.
Dada la labia de los abogados es posible que hagan creer a otros que una persona o cosa tiene ciertas cualidades, cuando en realidad no las tiene.
9
Abogado de ricos, mal de pobres.
Se refiere a que las personas con solvencia económica podrán pagar un abogado cuando los pobres no. También, puede aludir a las malas mañas de ciertos abogados que litigan a favor de los poderosos.
10
Abogacía, que no zorrocía.
Desaprueba la poca calidad moral de algunos abogados.
11
Abogadito nuevo, perdido el pleito.
La inexperiencia de los abogados se refleja en su poca efectividad litigando.