Ramón López Velarde fue un poeta mexicano. Nació en Jerez, Zacatecas el 15 de junio de 1888. En 1900 estudió en el Seminario de Zacatecas, en 1902 continuó sus estudios en el Seminario de Aguascalientes.
Optó por estudiar leyes abandonando la posibilidad de ser sacerdote. Su padre, José Guadalupe López y Velarde, falleció poco después de que iniciara sus estudios, pero pudo continuar gracias al apoyo de sus tíos maternos. El 31 de otubre de 1911 se graduó como abogado en el Colegio Científico y Literario de San Luis Potosí. Un año después viaja a la Ciudad de México.
Se dice que a los trece años se enamoró de Josefa de los Ríos quien era ocho años mayor que el poeta, ella lo rechazó, pero él le escribió Elogio a Fuensanta, El Adiós, Hermana, hazme llorar, entre otros poemas.
Colaboró con diferentes revistas de, Guadalajara —El Regional, Pluma y lápiz— y Aguascalientes —Bohemio, El Observador, El Debate, Nosotros—. En la revista Bohemio firmó sus obras como Ricardo Wencer Olivares.
Apoyó la Revolución Mexicana, en 1910 había conocido personalmente a Francisco I. Madero. Deja la Ciudad de México poco antes de la llegada al poder de Victoriano Huerta. Regresó a San Luis Potosí y comenzó a galantear a María de Nevares. En 1914 regresó a la Ciudad de México.
Amado Nervo —poeta y escritor mexicano— , Andrés González Blanco —escritor español— y Leopoldo Lugones —escritor argentino— influyeron en su obra. Entabló amistad con José Juan Tablada —escritor mexicano—.
En 1919 publica Zozobra, dos años antes había fallecido Fuensanta, su amor por Josefa de los Ríos inspiró, tal vez, su mejor obra.
Ramón López Velarde murió el 19 de junio de 1921 a los 33 años debido a una pulmonía. Fue enterrado en el Panteón Francés, pero, el 15 de junio de 1963, después de 42 años, sus restos fueron trasladados a la Rotonda de las Personas Ilustres.
Algunos de sus obras son:
- ¿Qué será lo que espero?
- A la traición de una hermosa
- A Sara
- A un imposible
- A una ausente seráfica
- Alejandrinos eclesiásticos
- Alma en pena
- Canonización
- Color de cuento
- Como las esferas
- Cuaresmal
- Del pueblo natal
- Del seminario
- Despilfarras el tiempo
- Disco de Newton
- Domingos de provincia
- El adiós
- El ancla
- El campanero
- El candil
- El mendigo
- El minuto cobarde
- El perro de San Roque
- El retorno maléfico
- El viejo pozo
- Ella
- Elogio a Fuensanta
- En el reinado de la primavera
- En la Plaza de Armas
- En un jardín
- Hermana, hazme llorar
- Hormigas
- Huérfano
- Huerta
- Humildemente
- Idolatría
- Intermedio
- Jerezanas
- La estrofa que danza
- La lágrima
- La niña del retrato
- La tejedora
- La última odalisca
- Me despierta una alondra
- Me estás vedada tú
- Memorias del circo
- Mi prima Águeda
- Mi villa
- Mientras muere la tarde
- No me condenes
- Nuestras vidas son péndulos
- Ofrenda romántica
- Poema de vejez y de amor
- Que sea para bien
- Rumbo al olvido
- Se deshojaron las rosas
- Si soltera agonizas
- Suave Patria
- Sus ventanas
- Todo
- Tu voz profética
- Tus ventanas
- Una viajera
- Vacaciones
- Viaje al terruño
- Y pensar que pudimos
