Adolfo Hitler fue un político y gobernante alemán que instauró un régimen totalitario recibiendo el título de Führer.
Nació el 20 de abril de 1889 en Austria, después se nacionalizó alemán. Sus deseos de ser pintor lo condujeron a abandonar la escuela, emprendió el camino a Viena, pero la escuela de Bellas Artes lo rechazó y, entonces, se dirigió a Alemania.
Alcanzó el grado de cabo durante la Primera Guerra Mundial hasta que fue enviado al hospital después de un ataque.
En 1919, se unió al Partido Alemán de los Trabajadores que se convertiría en el Partido Nacionalista Obrero Alemán (Partido Nazi), su habilidad para la oratoria lo llevaría en ascenso dentro del partido. En 1921, ya era el líder del partido.
Realizó un intento de golpe de estado en 1923, pero fracasó y fue llevado a prisión, ahí escribió Mi Lucha (Mein Kampf), un libro en el que expone su ideología política.
Después de cinco años salió de prisión y organizó grupos de choque conocidos como camisas pardas, en 1933 logró convertirse en el canciller alemán por medio de un proceso democrático.
Ya como canciller y, con el pretexto del incendio del Parlamento y aprovechando el fallecimiento del presidente alemán Paul von Hindenburg, se convirtió en dictador al proclamarse líder y canciller imperial. Comenzó a perseguir a comunistas, judíos, gitanos y a cualquier grupo que se opusiera a su política.
Los millones de muertes que Hitler causó por motivos raciales se conoce como Holocausto.
En 1936 anexionó a Austria al territorio alemán. Dos años después hizo que Checoslovaquia le cediera un territorio conocido como los Sudetes.
En 1939, atacó a Polonia violando el Tratado de Versalles que establecía las condiciones de paz después de la Primera Guerra Mundial, en reacción, Francia e Inglaterra le declararon la guerra dando comienzo a la Segunda Guerra Mundial, hasta ahora el enfrentamiento más sangriento que ha visto la humanidad.
Los alemanes lograron importantes victorias al principio de la guerra, para 1941 ocupaban una gran parte del territorio europeo y del norte de África, pero poco a poco la balanza se inclinó del lado contrario y, finalmente, en 1945 se encontró en Berlín rodeado por los norteamericanos, franceses e ingleses del lado occidental y por los rusos del lado oriental.
Ante la inminente derrota se suicidó el 30 de abril de 1945.