Ambas palabras son aceptadas, pero es importante conocer la diferencia para su buen uso. Mí es el pronombre personal de la primera persona del singular, por ejemplo: Me invitaron a mí.
Ejemplos con mí:
- Me lo dijo a mí.
- La ambición no es para mí.
- A mí nunca se me ocurre una buena broma.
- Para mí el objetivo de la vida es ser feliz.
- La literatura de terror es una fascinación para mí.
- A mí no me importa lo que dices.
- Por mí, puedes hacer lo que prefieras.
Deriva del latín mihi.
Mi es un adjetivo posesivo que funciona para la primera persona del singular, por ejemplo: Mi gato está enfermo.
Ejemplos con mi:
- Mi casa es de color rojo.
- No pude salir a correr con mi perro.
- La cocina es mi mayor pasatiempo.
- La casa la heredé de mi abuela.
- Perdí mi libro de matemáticas.
- Mi estado de ánimo es el mejor en muchos años.
Su plural es mis: Mis libros están ordenados alfabéticamente.
Mi, sin tilde, también se puede referir a la tercera nota de la escala musical: Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si. En este caso es un sustantivo masculino: escuché un mi.
Mí y mi son palabras homófonas, es decir, se pronuncian y escuchan igual, sin embargo, la tilde diacrítica permite distinguir sus significados.
En el Diccionario de la lengua española y en el Diccionario panhispánico de dudas puedes consultar la norma establecida por las Academias de los países hispanohablantes. (abril 13/2019)