Es muy frecuente que las personas corrijan a otros cuando los escuchan decir «un jarabe para la tos», suelen aconsejar decir o escribir «un jarabe contra la tos».
El inconveniente es que según la RAE decir «un jarabe para la tos» es una expresión válida.
Ejemplos:
- Me recetaron un jarabe para la tos.
- Miel para la tos, zanahoria para la vista.
- Me recetaron unas pastillas para la tos.
- El nuevo jarabe para la tos está a punto de salir al mercado.