Definición: Un objetivo es un fin deseado al que se dirige una acción, se debe expresar con claridad; puede ser una aspiración, una necesidad, un propósito, etc.
Definición: Una meta es un punto de referencia concreto asociado al objetivo deseamos alcanzar, se debe expresar con precisión en términos de tiempo y de la variable identificada en el objetivo.
Diferencia: Un objetivo enuncia un resultado deseado y, una meta hace que un objetivo sea medible y concreto.
Podemos decir que no hay objetivo sin meta y viceversa, se trata de un binomio. Algunos ejemplos de objetivos son:
- Incrementar la participación de mercado
- Reducir el costo de adquisición
- Reducir las emisiones al aire
Los anteriores son ejemplos de objetivos específicos que pudieron haber sido derivados de un objetivo general: Mejorar la rentabilidad de nuestra empresa y mantener una posición amigable con el ambiente. A su vez el objetivo general se deriva de la visión y misión de la empresa.
Hasta aquí se sabe lo que se desea con claridad, pero los objetivos carecen de un punto de referencia que permita saber: ¿en qué porcentaje se pretende incrementar la participación de mercado?, ¿cuál es la fecha límite o plazo para lograr tal incremento?
Las metas permiten precisar los resultados logrados al enfocar nuestros esfuerzos hacia un objetivo, esto es muy importante pues permite medir y conocer el grado de avance hacia el fin deseado. Por ejemplo:
- Incrementar la participación de mercado en un 3% cada año por los próximos 4 años
- Reducir el costo de adquisición en un 5% durante el siguiente ejercicio anual
- Reducir las emisiones al aire en un 50% para el 2020
Las metas se han incorporado a los objetivos y los hacen medibles en términos de tiempo y de lo que se desea: participación de mercado, costo de adquisición y emisiones al aire.
El proceso continúa definiendo las acciones generales que se deben llevar a cabo para cumplir los objetivos y, después, estas acciones se detallan en tareas específicas en las diferentes áreas de responsabilidad de una empresa.
Todo se debe integrar en un plan que estará sujeto a revisión periódica: quincenal, mensual, bimestral, etc. La revisión puede ocurrir en cualquier momento, incluso no planeado, debido a contingencias.
La claridad y precisión nos permitirá realizar mediciones para determinar el desempeño y las posibles variaciones favorables o desfavorables. Conocer cuáles son las variaciones desfavorables nos permitirá identificar acciones correctivas para cumplir los objetivos en el tiempo y condiciones descritas.
Además de medible y concreto, el binomio objetivo-meta debe ser realista. Debe ser alcanzable, es decir, debe estar en nuestras posibilidades el poderlo realizar: ¿con qué recursos contamos para cumplir las metas? Y, al mismo tiempo, debe ser retador, debe motivar la acción voluntaria y entusiasta de las personas.
Si todo ha salido bien se podrá establecer un indicador que deberá incluir nombre, método o fórmula de cálculo, frecuencia de medición, propósito, fuente de verificación, variables requeridas y responsable de la información.