Selección de frases célebres cortas de François René de Chateaubriand.
- La verdadera felicidad cuesta poco; si es cara, no es de buena clase.
- Para borrar nuestras faltas a los ojos de los hombres son precisos torrentes de sangre; pero ante Dios una sola lágrima basta.
- El amor se goza en la abnegación y el sacrificio.
- Multitud, vasto desierto de hombres.
- Los hombres insignificantes necesitan grandes tumbas, a los hombres grandes les bastan las pequeñas.
- La pena de muerte sólo se ha perpetuado por una especie de crimen legal.
- La justicia es el pan del pueblo; siempre está hambriento de ella.
- Mientras que el corazón tiene deseo, la imaginación conserva ilusiones.
- No se debe usar el desprecio sino con gran economía, debido al gran número de necesitados.
- Nuestras ilusiones no tienen límites; probamos mil veces la amargura del cáliz y, sin embargo, volvemos a arrimar nuestros labios a su borde.
- Una buena acción es una lección insolente para los que no tienen el valor de ejecutarla.
- ¡Por tus besos vendería el porvenir!
- Los bosques preceden a las civilizaciones, los desiertos las siguen.
- El sueño devora la existencia: es lo que tiene de bueno.
- La muerte es más dura asumirla que padecerla.
- Casi todos los crímenes que castiga la ley se deben al hambre.
- Las lágrimas son las madres de la virtudes.
- El hombre que comprendiese a Dios sería otro Dios.
- Hay palabras que sólo deberían servir una vez.
- El escritor original no es aquel que no imita a nadie, sino aquel a quien nadie puede imitar.
- El aburrimiento no puede existir donde quiera que haya una reunión de buenos amigos.
- La alegría de los hombres es una llama de leños de tristeza. Brota la llama, pero los leños están allí, y cuando se apaga la llama, quedan los leños, o el carbón o la ceniza, que es resto de los leños y no de la llama.
- La censura ha perdido a todos aquellos a quien quiso servir.