Selección de frases célebres cortas de Pierre-Jules Renard.
- Una mariposa es un billete de amor doblado en dos que busca el corazón.
- Sitúanse las alabanzas, lo mismo que el dinero, en parte donde nos puedan ser devueltas con sus intereses.
- La recompensa de los grandes hombres es que, mucho tiempo después de su muerte, no se tiene la entera seguridad de que haya muerto.
- La ironía es el pudor de la humanidad.
- Estupidez humana. Humana sobra, realmente los únicos estúpidos son los hombres.
- La vejez existe cuando se empieza a decir: nunca me he sentido tan joven.
- A la sombra de un hombre célebre hay siempre una mujer que sufre.
- A menos que haya complicaciones, está a punto de morir.
- ¿Qué es nuestra imaginación comparada con la de un niño que intenta hacer un ferrocarril con espárragos?
- En arte, no hacer nada como los otros; en moral hacer como todo el mundo.
- De nada sirve morir. Hay que hacerlo a tiempo.
- Hay momentos en los que todo va bien: no te asustes, no duran.
- Cuando se es feliz, queda mucho por hacer: consolar a los demás.
- El ingenio quizás es al talento lo que el instinto a la razón.
- Nuestra crítica consiste en reprochar a los demás el no tener las cualidades que nosotros creemos tener.
- Quisiera ser leído por una minoría y ser conocido por la mayoría.
- Lo que distingue al hombre de los otros animales son las preocupaciones financieras.
- Dios es modesto, no se atreve a vanagloriarse de haber creado el mundo.
- La pereza no es más que el hábito de descansar antes de estar cansado.
- Entre un hombre y una mujer la amistad es tan sólo una pasarela que conduce al amor.
- Hay personas que no saben perder su tiempo solas y se convierten en el flagelo de las personas que trabajan.
- Cuando un hombre habla de lo que sabe, siempre parece más sabio que nosotros.
- Solo una cosa me molestaría: mi propio desprecio. Pero, naturalmente, no me puedo escupir a la cara.
- En los propios enemigos es donde se encuentra aún mayor bajeza.
- Se colocan los elogios como se coloca el dinero: para que nos sean devueltos con intereses.
- Di alguna vez la verdad para que te crean cuando mientas.
- El crítico sólo debe decir la verdad. Pero también tiene que conocerla.
- La felicidad del vencedor consiste en buscarla.
- Si el dinero no te da la felicidad devuélvelo.
- El hombre verdaderamente libre es el que puede rechazar una invitación a comer sin excusarse.
- Yo nunca estoy aburrido en ninguna parte; estar aburrido es un insulto a uno mismo.
- No soy sincero, incluso cuando digo que no lo soy.