Alphonse Marie Louise Prat de Lamartine, conocido como Alphonse de Lamartine, escritor, poeta y político francés. Octubre 21/1790 – Febrero 28/1869.
- Después de su sangre, lo más personal que puede dar el hombre es una lágrima.
- En el principio de todas las cosas grandes hay una mujer.
- La familia es un complemento nuestro, complemento mayor que nosotros, anterior a nosotros y que nos sobrevivirá con lo mejor de nosotros.
- En su propio lugar todo está bien, todo es bueno, todo es grande.
- El hombre no tiene puerto, el tiempo no tiene orilla. ¡Él se desliza y nosotros pasamos!
- Nuestro crimen es ser hombre y querer conocer.
- Sólo el egoísmo tiene patria. ¡La fraternidad no la tiene!
- Soy conciudadano de toda alma que piensa: la verdad es mi país.
- En todos sus sueños más bellos, el hombre no ha sabido jamás inventar nada que sea más bello que la naturaleza.
- Se admira el mundo a través de lo que se ama.
- Las cenizas de los muertos crean la patria.
- La vida debe tener su corriente; el agua que no corre se corrompe.
- Cuando el amor ha sido una comedia, forzosamente el matrimonio tiene que derivar en drama.
- Con sus tendones de hierro nos aprisiona el hábito día tras día.
- Utopía, es solo una verdad prematura.
- Un pueblo sin alma es solamente una multitud.
- Sólo el tiempo puede hacer a los pueblos capaces de gobernarse a sí mismos. Su educación se logra por medio de sus renovaciones.
- La crítica es la fuerza del impotente.
- El ideal no es más que la verdad a distancia.
- Amé, fui amado: basta para mi tumba.
- La vida es un misterio y no un delirio.
- La casualidad nos da casi siempre lo que nunca se nos hubiere ocurrido pedir.
- El amor verdadero es el fruto maduro de la vida. A los dieciocho años no se le conoce, se le imagina.
- Las democracias observan más cuidadosamente las manos que las mentes de quiénes las gobiernan.
- El tiempo es tu navío, no tu morada.
- Dios no es más que una palabra para explicar el mundo.
- Suprimid a Dios y se habrá hecho la noche en el alma humana.
- La crítica es la fuerza del imponente.
- La guerra no es más que un asesinato en masa, y el asesinato no es progreso.
- A menudo el sepulcro encierra, sin saberlo, dos corazones en un mismo ataúd.