Selección de frases célebres cortas de Benjamin Franklin.
- No hay inversión más rentable que la del conocimiento.
- A los veinte años, reina la voluntad; a los treinta, el ingenio, y a los cuarenta, el juicio.
- Después de tres días, el pescado y los invitados apestan.
- Aquel que se ama a sí mismo no tiene rival ninguno.
- No malgastes el tiempo, pues de esa materia está formada la vida.
- Un hoy vale por dos mañanas.
- La indolencia, como la herrumbre, desgasta más aprisa que el trabajo.
- Sea la primera lección de tus hijos obedecer, y la segunda será la que a ti te plazca.
- El hombre no nace del todo hasta que muere.
- El hombre soltero es un animal incompleto. Se asemeja a la mitad de un par de tijeras.
- Incluso la paz se puede comprar a un precio demasiado alto.
- caminamos todos juntos hacia la paz, o nunca la encontraremos.
- Carecer de libros propios es el colmo de la miseria.
- No perdáis una hora, porque no estáis seguros de un minuto.
- El hombre descontento no encuentra silla cómoda.
- El corazón del loco está en la boca; pero la boca del sabio está en el corazón.
- Siempre tendremos razones para estar enfadados, pero esas razones, rara vez serán buenas.
- La ociosidad, como el moho, desgasta mucho más rápidamente que el trabajo.
- Invertir en conocimientos produce siempre los mejores beneficios.
- Cuida de los pequeños gastos; un pequeño agujero hunde un barco.
- La cerveza es la prueba de que Dios nos ama y quiere que seamos felices.
- No hay nada tan cierto en el mundo como la muerte y los impuestos.
- Inscribe los agravios en el polvo, las palabras de bien inscríbelas en el mármol.
- Sólo el hombre íntegro es capaz de confesar sus faltas y de reconocer sus errores.
- Come para complacerte a ti mismo, pero viste para complacer a los demás.
- La sabiduría es el único bien que no se pueden llevar los ladrones.
- Después de las derrotas y las cruces, los hombres se vuelven más sabios y más humildes.
- Las tres cosas más difíciles en este mundo son: guardar un secreto, perdonar un agravio y provechar el tiempo.
- Abreviar la cena: prolongar la vida.
- Presta dinero a un enemigo y lo ganarás; a un amigo y lo perderás.
- Donde mora la libertad, allí está mi patria.
- Cada producción de un genio constituye el producto de su entusiasmo.
- Sé cortés con todos, sociable con muchos, familiar con pocos, amigo con uno y enemigo con ninguno.
- El hombre es a veces más generoso cuando tiene poco dinero que cuando tiene mucho, quizá por temor a descubrir su escasa fortuna.
- La peor decisión es la indecisión.
- No hagas ningún gasto como no sea para hacer bien a los demás o a ti mismo, es decir, no desperdicies nada.
- El hombre débil teme la muerte; el desgraciado la llama; el valentón la provoca y el hombre sensato la espera.
- El sabio consigue más ventajas por sus enemigos que el necio por sus amigos.
- Si quieres ser rico, piensa en las economías tanto como en las ganancias.
- Si los hombres son tan perversos teniendo religión, ¿cómo serían sin ella?
- El cielo cura, y el médico cobra los honorarios.
- La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días.
- Si no quieres escuchar a la razón, seguramente os golpeará en los nudillos.
- Quien quiera ver prosperar sus negocios, consulte a su mujer.
- El tiempo es oro.
- Muchos emplean la mitad de su vida en hacer miserable la otra mitad.
- El hombre atareado tiene pocos visitantes ociosos: a la olla que hierve no acuden las moscas.
- Nada hay más dulce que la miel, excepto el dinero.
- Es mejor acostarse sin cenar que levantarse con deudas.
- Si quieres ser amado, ama y sé amable.
- Los acreedores son una secta supersticiosa que presta una gran atención a los días y a los plazos de vencimientos.
- El hambre espía en la casa de los pobres, pero si la habitan personas trabajadoras, no se atreve a entrar.
- Ser humilde para con los superiores es un deber; para con los iguales, una muestra de cortesía; para con los inferiores, una prueba de nobleza.
- El mejor médico es el que conoce la inutilidad de la mayor parte de las medicinas.
- Lo que cuesta mantener un vicio bastaría para criar dos hijos.
- La llave que se usa constantemente reluce como plata: no usándola se llena de herrumbre. Los mismo pasa con el entendimiento.
- Si haces lo que no debes, deberás sufrir lo que no mereces.
- Ten tus ojos bien abiertos antes del matrimonio; y medio cerrados después de él.
- Lo que empieza en cólera termina en vergüenza.
- La ociosidad y el orgullo imponen tributos más pesados que los reyes y los parlamentos.
- La cólera no carece nunca de motivos, pero ésta rara vez es suficiente.
- Un buen marido vale más que dos buenas esposas, pues las cosas que más escasean son las más apreciadas.
- La ociosidad, camina con tanta lentitud, que todos los vicios la alcanzan.
- Los hijos tardíos son huérfanos pronto.
- La honradez reconocida es el más seguro de los juramentos.
- Desconfía del médico joven y del barbero viejo.
- La oxidación por falta de uso gasta mucho más las herramientas que el propio trabajo.
- El trabajo fortifica el cuerpo, mantiene la salud, prolonga la vida y hace que el tiempo parezca más corto, porque el trabajo está en el orden de la Naturaleza.
- La puerta de la sabiduría nunca está cerrada.
- Toma consejo del vino, pero decide después con agua.
- El más desgraciado de los hombres es aquel que no sabe soportar una desgracia.
- Un camino de mil millas comienza con un paso.
- No cambies la salud por la riqueza, ni la libertad por el poder.
- En su propio país un genio es como el oro en la mina.
- El camino hacia la riqueza depende fundamentalmente de dos palabras: trabajo y ahorro.
- En la escuela de la experiencia, las lecciones cuestan caras, pero solamente en ellas se corrigen los insensatos.
- Hay tres amigos fieles: una esposa vieja, un perro viejo y dinero constante y sonante.
- El que vive de esperanzas, muere de sentimiento.
- El tiempo perdido no se recupera nunca y cuando decimos que tenemos tiempo de sobra descubrimos siempre que nos falta tiempo.
- Si amas la vida, economiza el tiempo, porque de tiempo se compone la vida.
- Tómate tiempo en escoger un amigo, pero sé más lento aún en cambiarlo.
- Un hermano puede no ser un amigo, pero un amigo será siempre un hermano.
- Un padre es un tesoro, un hermano es un consuelo: un amigo es ambos.
- Las leyes demasiado benévolas, rara vez son obedecidas. Las leyes demasiado severas, rara vez son ejecutadas.
- Con la paciencia y la tranquilidad se logra todo… y algo más.
- Quien tiene paciencia, obtendrá lo que desea.
- Más de un hombre hubiera sido peor si su fortuna hubiese sido mejor.
- Si el hombre lograra la mitad de sus deseos, redoblaría sus inquietudes.
- El primer error que se comete en los negocios públicos es consagrarse a ellos.
- Imitemos en humildad a Cristo y a Sócrates.
- Tres podrían guardar un secreto si dos de ellos hubieran muerto.
- La paz y la armonía constituyen la mayor riqueza de la familia.
- Si no quieres perderte en el olvido tan pronto como estés muerto y corrompido, escribe cosas dignas de leerse, haz cosas dignas de escribirse.
- Si quieres conocer el valor del dinero, trata de pedirlo prestado.
- La pobreza priva a menudo al hombre de la virtud y del ánimo.
- La necesidad nunca hizo buenos negocios.
- La experiencia es una gran escuela, donde los fatuos no asisten.
- Si el tiempo es lo más caro, la pérdida de tiempo es el mayor de los derroches.
- Aquellos que pueden renunciar a la libertad esencial por conseguir una pequeña seguridad transitoria no merecen ni la libertad ni la seguridad.
- No anticipéis las tribulaciones ni temáis lo que seguramente no os puede suceder. Vivid siempre en un ambiente de optimismo.
- No hay mejor predicador que la hormiga, que no dice nada.
- La pereza viaja tan despacio que la pobreza no tarda en alcanzarla.
- El que se enorgullece de sus conocimientos es como si estuviera ciego en plena luz.
- El orgullo detesta el orgullo… en los demás.
- El que quiera prosperar en sus negocios hágalos por sí mismo, y si quiere que todo le salga mal, no tiene más que confiarlos a manos ajenas.
- Ninguna nación fue arruinada jamás por el comercio.
- El que compra lo superfluo, pronto tendrá que vender lo necesario.
- El que vive de esperanzas corre el riesgo de morirse de hambre.
- ¿Amas la vida? Pues no malgastes el tiempo que es la tela de la vida.
- Jamás hubo una guerra buena o una paz mala.
- Al elegir un amigo ve despacio y más despacio todavía al cambiar de amigos.
- De aquel que opina que el dinero puede hacerlo todo, cabe sospechar con fundamento que será capaz de hacer cualquier cosa por dinero.
- Donde hay matrimonio sin amor, habrá amor sin matrimonio.
- Yo creo que el mejor medio de hacer bien a los pobres no es darles limosna, sino hacer que puedan vivir sin recibirla.