El método científico es objetivo, es decir, se realiza de manera organizada y cuantificada; esto permite generar conocimiento científico. Las principales fases del método científico son:
El planteamiento del problema consiste en delimitar el problema a estudiar, definir las preguntas a responder en relación al fenómeno de interés. El resultado de esta fase son los objetivos y metas definidas que se buscan en la investigación.
La observación es la fase en la que utilizamos nuestros cinco sentidos e instrumentos de medición que nos permiten medir las variables relevantes del fenómeno en cuestión.
La hipótesis consiste en definir el resultado esperado o posible del experimento asociado al fenómeno que nos interesa estudiar. Se debe describir una suposición lógica y ordenada sobre el problema que pretendemos resolver.
La experimentación busca corroborar la hipótesis planteada controlando las variables relevantes de nuestro problema. Siempre que sea posible se debe usar un modelo matemático que represente el fenómeno de interés. Los modelos matemáticos usados en los experimentos tienen tres tipos de variables: dependientes, independientes y extrañas.
- Variables dependientes. Son las cantidades en el modelo matemático que dependen de otra cantidad.
- Variables independientes. Son las cantidades en el modelo matemático que podemos controlar, también se les llama variables de control, y no dependen de otra cantidad.
- Constantes o Variables extrañas. Estas no dependen de ninguna otra cantidad pero afectan al modelo matemático y, en consecuencia, deben ser consideradas.
Los resultados buscan generar teorías o leyes que mediante su aplicación permiten incrementar la calidad de vida o bienestar de las personas:
- Teoría. Se trata de una hipótesis que ha sido confirmada o corroborada mediante la experimentación.
- Ley. Se trata de una teoría que se puede generalizar, tiene carácter universal, y se puede comprobar matemáticamente.
