Selección de frases célebres cortas de Blaise Pascal.
- Nos consolamos con poco, porque con poco nos afligimos.
- Cuando no se ama demasiado no se ama lo suficiente.
- El amor no tiene edad; siempre está naciendo.
- El mundo está lleno de buenas máximas y vacío de gente que las aplique.
- El corazón tiene sus razones, que la razón desconoce.
- Pocas amistades quedarían en este mundo si uno supiera lo que su amigo dice de él en ausencia suya, aun cuando sus palabras fueran sinceras y desapasionadas.
- Nadie habla de nosotros en presencia nuestra como en nuestra ausencia. La unión existente entre los hombres no está basada sino en éste mutuo engaño.
- Justo es que un Dios purísimo no se revele sino a quienes han purificado su corazón.
- Evidentemente, el hombre ha sido creado para pensar; toda su dignidad, todo su mérito ahí estriba; y su deber es pensar como se debe.
- El primer efecto del amor es inspirar un gran respeto; se siente veneración por quien se ama.
- Toda religión que no afirme que Dios está oculto, no es verdadera.
- A fuerza de hablar de amor, uno llega a enamorarse. Nada tan fácil. Esta es la pasión más natural del hombre.
- En las religiones es preciso ser sinceros; verdaderos paganos, verdaderos judíos, verdaderos cristianos.
- Los hombres sienten desprecio por la religión y temor porque sea cierta. Para remediar esto, es necesario empezar por demostrar que la religión no es contraria a la razón; después, que es venerable y digna de respeto; a continuación, hacerla amable e inducir a los buenos a desear que sea cierta y por último, probar que lo es.
- El hombre se supera a sí mismo infinitamente porque siempre está en camino hacia la plenitud infinita.
- Es más fácil soportar la muerte sin pensar en ella, que soportar el pensamiento de la muerte.
- No es bueno ser demasiado libre. No es bueno tener todo lo que uno quiere.
- La bajeza del hombre ha llegado hasta someterse a las bestias y adorarlas.
- El hombre, para sí mismo, es el objeto más prodigioso de la naturaleza.
- El hombre es naturalmente crédulo, incrédulo; tímido, temerario.
- Se vive solo, se muere solo; los demás nada pueden.
- Los que poseen el espíritu de discernimiento saben cuanta diferencia puede mediar entre dos palabras parecidas, según los lugares y las circunstancias que las acompañen.
- Es miserable saberse miserable, pero es ser grande reconocer que se es miserable.
- Todos los hombres consideran la felicidad como su objetivo: no hay ninguna excepción. Por diferentes que sean los medios que empleen, todos tienden al mismo fin.
- Imaginemos un grupo de hombres encadenados, todos ellos, condenados a muerte, algunos de los cuales son decapitados cada día en presencia de los demás, quienes aguardan, perdida toda esperanza, que les llegue su turno: tal es la imagen de la condición humana.
- Sólo conozco dos tipos de personas razonables: las que aman a Dios de todo corazón porque le conocen, y las que le buscan de todo corazón porque no le conocen.
- En tiempos de aflicción, la física no me consolará de mi ignorancia moral. Pero la moral me consolará siempre de no saber física.
- Es curioso que muchas veces amar a otro es amar ciertas cualidades que pueden perderse. Nunca se ama la persona; se aman las cualidades.
- Lo último que uno sabe es por dónde empezar.
- ¿Puede haber algo más ridículo que la pretensión de que un hombre tenga derecho a matarme porque habita al otro lado del agua y su príncipe tiene una querella con el mío aunque yo no la tenga con él?
- Poca cosa nos consuela porque poca cosa nos aflige.
- Es triste ver como los hombres se ocupan sólo de los medios y no del fin.
- La conciencia es el mejor libro moral que tenemos.
- Cuando encontramos un estilo natural nos produce siempre deleite y sorpresa, pues esperábamos ver a un escritor y nos hemos encontrado con un hombre.
- Ni la contradicción, es indicio de falsedad, ni la falta de contradicción es indicio de verdad.
- Aquel que duda y no investiga, se torna no sólo infeliz, sino también injusto.
- Hay personas que mienten simplemente por el gusto de mentir.
- La razón obra con lentitud, y con tantas miras, sobre tantos principios, que a cada momento se adormece o extravía. La pasión obra en un instante.
- Vale más saber alguna cosa de todo, que saberlo todo de una sola cosa.
- Nuestra naturaleza está en movimiento. El reposo absoluto es la muerte.
- Para medir la virtud de cualquier hombre, no hay que mirarlo en las grandes ocasiones, sino en la vida diaria.
- La reina del mundo es la fuerza y no la opinión; pero es la opinión quien usa de la fuerza.
- La verdad de la religión estriba en su misma oscuridad, en la escasa luz que tenemos sobre ella y en nuestra indiferencia por esa luz.
- Esforcémonos en pensar bien: he ahí el principio de la moral.
- La justicia sobre la fuerza, es la impotencia, la fuerza sin justicia es tiranía.
- El hombre tiene ilusiones como el pájaro tiene alas. Eso es lo que lo sostiene.
- La felicidad es un artículo maravilloso: cuanto más se da, más le queda a uno.
- La grandeza de un hombre está en saber reconocer su propia pequeñez.
- Estando siempre dispuestos a ser felices, es inevitable no serlo alguna vez.
- Todos los hombres, durante el curso de tantos siglos, pueden considerarse como un solo hombre que subsiste y que siempre está aprendiendo.
- No creo en las revoluciones que cambian el orden de las cosas y no cambian el corazón del hombre.
- Una de las principales enfermedades del hombre es su inquieta curiosidad por conocer lo que no puede llegar a saber.
- Nuestra imaginación nos agranda tanto el tiempo presente, que hacemos de la eternidad una nada, y de la nada una eternidad.
- La imaginación dispone de todo; crea belleza, justicia, y felicidad, que es el todo del mundo.
- Quien no ve la vanidad del mundo, es que él es, en sí mismo, muy vano.
- Todos los hombres se odian por naturaleza unos a otros.
- La moral es la ciencia por excelencia: el arte de vivir bien y ser dichoso.
- Muy débil es la razón si no llega a comprender que hay muchas cosas que la sobrepasan.
- El pensamiento es una cosa admirable e incomparable por naturaleza.
- El hombre está dispuesto siempre a negar todo aquello que no comprende.
- Cuanto más talento tiene el hombre más se inclina a creer en el ajeno.
- Sabed que el hombre supera infinitamente al hombre.
- Ridiculizar la filosofía es ser un verdadero filósofo.
- Dos excesos: excluir la razón, no admitir más que la razón.
- Pintar el amor ciego es una sinrazón de los poetas; es preciso quitarle la venda y devolverle para siempre la alegría de sus ojos.
- Conocemos la verdad no sólo por la razón, sino además por el corazón.
- Entre nosotros y el cielo o el infierno, no hay otra cosa que la vida, que es la más frágil de todas las cosas.
- El orgullo contrapesa todas las miserias. O bien las ocultas o, si las descubre, se glorifica a sí mismo por haberlas conocido.
- La falsa humildad equivale a orgullo.
- La naturaleza tiene prefecciones para demostrar que es imagen de Dios e imperfecciones para probar que sólo es una imagen.
- El arte de revolucionar y modificar los estados consiste en socavar las costumbres establecidas retrocediendo hasta sus orígenes para poner de manifiesto su falta de justicia.
- ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma?
- No debo buscar mi dignidad en el espacio, sino en el gobierno de mi pensamiento. No tendré más aunque posea mundos. Si fuera por el espacio, el universo me rodearía y se me tragaría como un tomo; pero por el pensamiento yo abrazo el mundo.
- Descripción del hombre: dependencia, deseo de independencia, necesidad.
- Cuando todo se mueve al mismo tiempo, en apariencia nada se mueve.
- Dicen que el hábito es una segunda naturaleza, quien sabe, empero, si la naturaleza no es primero un hábito.