Selección de frases célebres cortas de Quinto Horacio Flaco.
- La virtud de los padres es una gran dote.
- La paciencia hace más llevadero aquello que no tiene enmienda.
- La riqueza es una reina que da al hombre nobleza y hermosura.
- Hay que evitar esa perniciosa sirena, la desidia.
- El alma satisfecha del presente debe dejar todo cuidado del futuro.
- El trabajo es un dulce recreo.
- El envidioso enflaquece de lo que a otros engorda.
- Acuérdate de conservar un alma igual en la fragosa adversidad.
- Me es deliciosa un poco de locura cuando recobro a un amigo.
- La alta alcurnia y las hazañas meritorias, si no van unidas a la riqueza, son tan inútiles como las algas marinas.
- La muerte es el último límite de todas las cosas.
- La pálida muerte lo mismo llama a las cabañas de los humildes que a las torres de los reyes.
- ¿Quién es libre? Sólo el que sabe dominar sus pasiones.
- La virtud es el punto medio entre dos vicios opuestos.
- En la adversa fortuna suele descubrirse el genio, en la prosperidad se oculta.
- Piensa que cada día puede ser el último.
- El conocimiento de los hombres y de las costumbres es el primer principio y el principal manantial del bien escribir.
- Acumular riquezas proporciona gran sosobra.
- Si nada te parece delicioso sino el amor y la holganza, vive ocioso y amando.
- La plata cede al oro; el oro, a la virtud.
- La juventud es fugaz.
- Todo aquello que está debajo de la tierra, el tiempo lo sacará a la luz del sol.
- La instrucción desarrolla en nosotros el germen de los talentos y los sabios principios nos fortifican en el amor a la virtud.
- Los necios, mientras huyen de un vicio, caen en el contrario.
- La pobreza nos incita a hacer y soportar cualquier cosa con tal de liberarnos de ella, y por eso nos aparta de la virtud.
- Es un error afligirse sin cesar.
- Quien mezcle lo placentero con lo útil, ganará la aprobación de todos.
- Gobierna tu mente, o ella te gobernará a ti.
- El primer paso hacia la sabiduría es liberarse de la necedad.
- La fortuna es como un vestido: muy holgado nos embaraza, y muy estrecho nos oprime.
- La ira es como una locura breve.
- La virtud, la gloria, el honor, todas las cosas humanas y divinas, son esclavas de las riquezas.
- El que ha encontrado un tema adecuado a sus facultades no dejará nunca de encontrar palabras elocuentes y una expresión lúcida.
- Muchos héroes vivían antes que Agamenón.
- Si me haces llorar, tendrá también pena tu alma.
- Acuérdate de conservar en los acontecimientos graves una mente serena.
- Las guerras son el espanto de las madres.
- Trata de ser como te pintan los aduladores.
- Cualquier consejo que des, procura que sea breve.
- El tiempo saca a la luz todo lo que está oculto y encubre y esconde lo que ahora brilla con el más grande esplendor.
- El hombre avaricioso está lleno de temores, y quien vive con temor será siempre un siervo.
- Dulce y noble cosa es morir por la patria.
- Lo que es imposible corregir, la paciencia lo hace tolerable.
- Las riquezas, o bien sirven o bien mandan al que las posee.
- Mezcla a tu prudencia un grano de locura.
- Ninguno nace libre de vicios; el hombre más perfecto es aquel que sólo tiene los pequeños.
- La palabra una vez hablada, vuela y no torna.
- En la adversidad es donde conocemos nuestros recursos para hacer uso de ellos.
- Al que vive temiendo nunca le tendré por libre.
- El placer que acompaña al trabajo pone en olvido la fatiga.
- Las muchas promesas disminuyen la confianza.
- El humor es una lógica sutil.
- La vaca desea los arreos del caballo y el caballo perezoso, estar al arado.
- A los que mucho desean, les falta mucho.
- La envidia sólo es vencida por la muerte.
- El pueblo me silba, pero yo me aplaudo.
- En el amor hay dos males: la guerra y la paz.
- Somos engañados por la apariencia de la verdad.
- Una pintura es un poema sin palabras.
- Cada día es una pequeña vida.
- Coge el día presente y fíate lo menos posible del mañana.
- Necio es el que se jacta de su estirpe y de su nombre.
- El bueno odia el pecado por un amor innato a la virtud.
- La cólera es una locura breve.
- El populacho puede silbarme, pero cuando voy a mi casa y pienso en mi dinero me aplaudo a mí mismo.
- ¿Quién es el hombre bueno? Aquel que obedece a sus padres y acata las leyes humanas y divinas.
- Consigue dinero ante todo; la virtud vendrá después.