Selección de frases célebres cortas de René Descartes.
- A menudo es preferible una falsa alegría a una tristeza cuya causa es verdadera.
- Abrigamos una multitud de prejuicios si no nos decidimos a dudar, alguna vez, de todas las cosas en que encontremos la menor sospecha de incertidumbre.
- Apenas hay algo dicho por uno cuyo opuesto no sea afirmado.
- Para investigar la verdad es preciso dudar, en cuanto sea posible, de todas las cosas.
- Pienso, luego existo.
- No hay nada repartido más equitativamente que la razón: todos están convencidos de tener suficiente.
- Vivir sin filosofar es, propiamente, tener los ojos cerrados, sin tratar de abrirlos jamás.
- No se puede imaginar nada, por extraño e increíble que sea, que no haya dicho ya alguno de los filósofos.
- El no ser útil a nadie es lo mismo realmente que no valer nada.
- Con frecuencia una alegría improvisada vale más que una tristeza cuya causa es verdadera. Sepamos, pues, improvisar nuestra alegría.
- En cuanto a la lógica, sus silogismos más bien sirven para explicar a otros las cosas ya sabidas, que para aprender.
- La primera máxima de todo ciudadano ha de ser la de obedecer las leyes y costumbres de su país, y en todas las demás cosas gobernarse según las opiniones más moderadas y más alejadas del exceso.
- Lo poco que he aprendido carece de valor, comparado con lo que ignoro y no desespero en aprender.
- Dos cosas contribuyen a avanzar: ir más deprisa que los otros o ir por el buen camino.
- Dicen que el mono es tan inteligente que no habla para que no lo hagan trabajar.
- Despréndete de todas las impresiones de los sentidos y de la imaginación, y no te fíes sino de la razón.
- El bien que hemos hecho nos da una satisfacción interior, que es la más dulce de todas las pasiones.
- Para mejorar nuestro conocimiento debemos aprender menos y contemplar más.
- Sería absurdo que nosotros, que somos finitos, tratásemos de determinar las cosas infinitas.
- Daría todo lo que sé, por la mitad de lo que ignoro.
- Por método entiendo aquellas reglas ciertas y fáciles cuya rigurosa observación impide que se suponga verdadero lo falso, y hace que – sin consumirse en esfuerzos inútiles y aumentando gradualmente su ciencia – el espíritu llegue al verdadero conocimiento de todas las cosas accesibles a la inteligencia humana.
- La alegría que nace del bien es seria, mientras que la que nace del mal va acompañada de risas y burlas.
- Los malos libros provocan malas costumbres y las malas costumbres provocan buenos libros.
- Leer un libro enseña más que hablar con su autor, porque el autor, en el libro, sólo ha puesto sus mejores pensamientos.
- Nuestra idea de Dios implica la existencia necesaria y eterna. Por tanto, la conclusión manifiesta es que Dios existe.
- El que emplea demasiado tiempo en viajar acaba por tornarse extranjero en su propio país.
- Es prudente no fiarse por entero de quienes nos han engañado una vez.
- Las almas más grandes son capaces de los mayores vicios, como de las mayores virtudes.
- Divide las dificultades que examinas en tantas partes como sea posible para su mejor solución.
- No aceptes nunca como verdadera una cosa si no lo es para ti evidentemente. O sea: evita la precipitación.
- La multitud de leyes frecuentemente presta excusas a los vicios.
- Ser incapaz de entusiasmo es señal de mediocridad.
- La matemática es la ciencia del orden y la medida, de bellas cadenas de razonamientos, todos sencillos y fáciles.
- No hay nada que este totalmente en nuestro poder, excepto nuestros pensamientos.
- Hay una pasión superior a todas, y es la satisfacción interior por el bien que hacemos a los otros.
- ¡Mi único deseo es conocer el mundo y las comedias que en él se representan!
- Conviene tener en cuenta que muchas creencias se apoyan en el prejuicio y en la tradición.
- No basta tener buen ingenio; lo principal es aplicarlo bien.
- Si no está en nuestro poder el discernir las mejores opiniones, debemos seguir las más probables.
- La razón o el juicio es la única cosa que nos hace hombres y nos distingue de los animales.
- El mayor bien que puede existir en un Estado es el de tener verdaderos filósofos.
- La filosofía es la que nos distingue de los salvajes y bárbaros; las naciones son tanto más civilizadas y cultas cuanto mejor filosofan sus hombres.
- El buen sentido es el que mejor está repartido entre todo el mundo.