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Quién fue Jaime Luciano Balmes, frases, biografía, resumen

Jaime Balmes, filósofo y teólogo español nacido en 1810, destacó por su originalidad e influencia en la apologética y la filosofía. Además de su labor intelectual, participó activamente en la política y la sociedad de su tiempo. Entre sus obras más destacadas se encuentran La religión demostrada al alcance de los niños y El criterio.

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Quién fue Jaime Luciano Balmes

Jaime Balmes y Urpiá, nacido el 28 de agosto de 1810 en Vich, España, y fallecido el 9 de julio de 1848 en la misma ciudad, fue un destacado filósofo, teólogo, apologista, sociólogo y tratadista político. A lo largo de su corta pero intensa vida, Balmes dejó un legado significativo en el ámbito de la filosofía y la apologética, siendo reconocido por su originalidad y perspicacia intelectual.

Inició su educación en el seminario de Vich, donde se sumergió en el estudio de disciplinas como la gramática latina, la retórica y la filosofía. Su formación teológica también fue fundamental en su desarrollo intelectual, recibiendo el grado de Doctor en Sagrada Teología.

La influencia de la doctrina de santo Tomás de Aquino en el pensamiento de Balmes es innegable. Sin embargo, a pesar de sus fundamentos tomistas, Balmes se destacó por su enfoque original y su independencia de cualquier escuela filosófica en particular. Esta singularidad le valió el reconocimiento como el Príncipe de la Apologética moderna por parte de Pío XII.

Balmes también incursionó en el ámbito político y social de su época. Su apoyo a la causa de Don Carlos durante la primera guerra carlista lo posicionó como militante. Su participación en medios de comunicación como La Sociedad y El Pensamiento de la Nación le permitió difundir sus ideas y argumentaciones apologéticas.

Entre las obras más reconocidas de Balmes se encuentran La religión demostrada al alcance de los niños (1841), donde aborda de manera accesible temas religiosos para un público joven, y El criterio (1845), considerada una de sus obras más influyentes.

Una tuberculosis pulmonar marcó sus últimos años de vida. A pesar de su deterioro físico, su legado intelectual perdura hasta nuestros días. Falleció el 9 de julio de 1848.

Frases célebres de Jaime Luciano Balmes

  1. Los hombres grandes son sencillos, los mediocres ampulosos.
  2. Las pasiones son buenos instrumentos, pero malos consejeros. El hombre sin pasiones sería frío, pero en cambio el hombre dominado por las pasiones, es ciego.
  3. El medio para deshacerse de un hombre amante de contradecir es callar y escuchar reposadamente.
  4. El corazón necesita amar. Celestial o terreno, ha de amar algún objeto, y es vano luchar contra esta ley.
  5. La naturaleza sin la señal de la mano del hombre es más sublime.
  6. El pensar es un misterio; el hablar es un misterio; el hombre, un abismo.
  7. Los hombres que alaban siempre son o simples o bajos; los que no alaban nunca son o imbéciles o envidiosos.
  8. Hay en el espíritu humano muchas fuerzas que permanecen latentes hasta que la ocasión las despierta y aviva.
  9. El pueblo comprende más pronto el lenguaje de las pasiones que el de la razón.
  10. La franqueza tiene sus límites, allende los cuales pasa a ser necedad.
  11. Sin orden no hay obediencia a las leyes, y sin obediencia a las leyes no hay libertad, porque la verdadera libertad consiste en ser esclavo de la ley.
  12. No es fácil opinar contra los propios intereses; éstos arrastran las opiniones.
  13. La templanza es el vigor del alma.
  14. No hay sabiduría sin prudencia. No hay filosofía sin cordura.
  15. En la lectura debe cuidarse de dos cosas: escoger bien los libros y leerlos bien.
  16. Gloria no es sinónimo de fama.
  17. Las cosas bellas son perecederas y los bellos tiempos son efímeros.
  18. Somos responsables, porque somos libres.
  19. Entendemos más por intuición que por discurso: la intuición clara y viva es el carácter del genio.
  20. En la lectura deben cuidarse dos cosas: escoger bien los libros y leerlos bien. Nunca deben leerse libros que extravíen el entendimiento o corrompan el corazón.
  21. Hasta los sentimientos buenos, si se exaltan en demasía, son capaces de conducirnos a errores deplorables.
  22. Los hombres capaces de alzar y llevar adelante una bandera son muy pocos.
  23. El trabajo es un título natural para la propiedad del fruto del mismo, y la legislación que no respete ese principio es intrínsecamente injusta.
  24. Sólo la inteligencia se examina a sí misma.
  25. No es tolerante quien no tolera la intolerancia.
  26. Se ha de leer mucho, pero no muchos libros; ésta es una regla excelente.
  27. El hombre emplea la hipocresía para engañarse a sí mismo, acaso más que para engañar a otros.
  28. El pensamiento bien consiste o en conocer la verdad o en dirigir al entendimiento por el camino que conduce a ella.
  29. La pereza, es decir, la pasión de la inacción, tiene, para triunfar, una ventaja sobre las demás pasiones, y es el que no exige nada.
  30. El pensar bien no interesa solamente a los filósofos, sino a las personas más sencillas.
  31. Juzgamos a las cosas de la vida no por sí mismas, sino por lo que nos afectan…
  32. La lectura es como el alimento; el provecho no está en proporción de lo que se come, sino de lo que se digiere.
  33. Conocemos más los libros que las cosas, y el ser sabio consiste en saber cosas y no libros.
  34. Determinar la forma de gobierno más convincente para un país, es encontrar el medio de hacer concurrir en un punto todas las fuerzas sociales, es hallar el centro de gravedad de una gran masa para ponerla en equilibrio.
  35. Terrible es el error cuando usurpa el nombre de la ciencia.
  36. No es muy difícil atacar las opiniones ajenas, pero sí el sustentar las propias: porque la razón humana es tan débil para edificar, como formidable ariete para destruir.
  37. La razón es un monarca condenado a luchar de continuo con las pasiones sublevadas.
  38. ¡Ay de los pueblos gobernados por un poder que ha de pensar en la conservación propia!
  39. La educación es al hombre lo que el molde al barro: le da forma.
  40. Un hombre con pereza es un reloj sin cuerda.
  41. El argumento o razón de analogía es la base en que descansa el sentido común.
  42. Me convencí de que dudar de todo es carecer de lo más preciso de la razón humana, que es el sentido común.
  43. Voluntad firme no es lo mismo que voluntad enérgica y mucho menos que voluntad impetuosa.

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Cómo citar

Editor. (14 marzo 2024). Quién fue Jaime Luciano Balmes, frases, biografía, resumen. Celeberrima.com. Última actualización el 14 marzo 2024.