Abraham Lincoln, décimo sexto Presidente de los Estados Unidos de América. Febrero 12/1809 – Abril 15/1865.
- Yo no sé quién fue mi abuelo; me importa mucho más saber qué será su nieto.
- Dios prefiere a la gente corriente, por eso ha hecho tanta.
- Del mismo modo que no sería un esclavo, tampoco sería un amo. Esto expresa mi idea de la democracia.
- A fin de cuentas lo importante no es cuántos años vives, sino cuánta vida hay en ellos.
- La razón, la fría, calculadora y desapasionada razón, debe aportar todos los materiales de nuestro futuro apoyo y defensa. Ojalá dichos materiales se integren en la inteligencia colectiva, la sólida moralidad y, en particular, en el respeto a la Constitución y las leyes.
- Ha sido mi experiencia, que gente que no tiene vicios tiene muy pocas virtudes.
- Es más fácil reprimir el primer capricho que satisfacer a todos los que le siguen.
- Todo lo que soy o espero ser se lo debo a la angelical solicitud de mi madre.
- La demagogia es la capacidad de vestir las ideas menores con las palabras mayores.
- Si quieres ganar un adepto para tu causa, convéncelo primero de que eres su amigo sincero.
- Es difícil hacer a un hombre miserable mientras sienta que es digno de sí mismo.
- Quien tiene el derecho de criticar debe tener el corazón para ayudar.
- Tengamos fe que la razón es poderosa; y con esa fe, avancemos hasta el fin, haciendo la parte que nos toca, siguiendo siempre la verdad.
- Mejor es callar y que sospechen de tu poca sabiduría que hablar y eliminar cualquier duda sobre ello.
- Ningún hombre es lo bastante bueno para gobernar a otro sin su consentimiento.
- Suavizar las penas de los otros es olvidar las propias.
- Todos los hombres nacen iguales, pero es la última vez que lo son.
- Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo.
- ¿Acaso no destruimos a nuestros enemigos cuando los hacemos amigos nuestros?
- La democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo.
- La más estricta justicia no creo que sea siempre la mejor política.
- Recuerda siempre que tu propia resolución de triunfar es más importante que cualquier otra cosa.
- Casi todas las personas son tan felices como se deciden a serlo.
- ¿Por qué no tener confianza en la justicia del pueblo? ¿Hay en el mundo esperanza mejor o que pueda igualarla?
- Me he dado cuenta que los amigos están generalmente, más o menos, tan felices como sus mentes estén.
- Ninguna mujer se ha perdido sin la ayuda de un hombre.
- Aquellos que niegan la libertad no la merecen para sí, y bajo un Dios justo no podrán conservarla mucho tiempo.
- El hombre nunca ha encontrado una definición para la palabra libertad.
- Hay momentos en la vida de todo político, en que lo mejor que puede hacer es no despegar los labios.